Es originario de la antigua Polinesia, se dice que los hawaianos aprendieron el masaje observando los movimientos de las ondas del mar.
El masajista utiliza el antebrazo, brazo y codo para masajear todas las partes del cuerpo en movimientos progresivos, alternado los fuertes con los suaves. Su objetivo es conseguir la armonía total trabajando todos los músculos y facilitando el paso de los fluidos energéticos.
Lomi Lomi relaja el sistema nervioso, aumenta la circulación y crea un sentido tangible de bienestar. Es útil para mantener la salud, y para aliviar el dolor de las lesiones y enfermedades debilitantes. A veces se llama la “danza del masaje”, y es tan maravilloso para dar como para recibir.